Las Palabras Poderosas: Exponencialidad y Abundancia
Escribir nuestra propia historia es una tarea bastante compleja.
Por un lado, la realidad actual y el ruido constante de las redes sociales nos empujan a querer vendernos como una marca, como un producto que debe generar deseo en los demás, por otro lado, nuestro deseo de conectarnos nos empuja a querer contar una historia humana, emotiva, que logre llegar a generar emociones positivas en los demás. Sin embargo, esta última está llena de riesgos, ya que implica desnudarnos y ponernos a merced del escrutinio público de personas desconocidas.
Esta reflexión, me lleva inevitablemente a decidir hacer lo segundo, aunque creo que esto lo hace un ejercicio exponencialmente más difícil, pero a la vez, lo hace más valioso y con esto, espero poder motivarlos a contar sus propias historias, y convencerlos que, al hacerlo, lograremos convertir dos palabras poderosas: Exponencial y Abundancia, en acciones, y que esas acciones se conviertan en la chispa, en el punto de partida de una nueva forma de ver la vida.
Y así es como entro en mi caja de herramientas “el mindset exponencial".
En el año 2018, un colega se nos acercó a pedirnos ser parte de una nueva especialidad en la universidad, sobre emprendimiento e innovación, específicamente, quería que creáramos un curso sobre la cultura y las capacidades exponenciales de las empresas innovadoras.
Fue en la preparación de este curso que llegó a mi vida el libro de Salim Ismail y Peter Diamandis: “Organizaciones Exponenciales”, y mediante sus enseñanzas y las metodologías de cultura organizacional que veníamos desarrollando, se abrió el curso, llamado igual que el libro: Organizaciones Exponenciales.
Aún recuerdo la cara de los estudiantes viendo el mundo a través de los lentes ExO, y resuenan las palabras de uno de ellos, Reynaldo diciendo: “Este curso es una gema”. Ya lo dice el viejo adagio: “el que enseña aprende dos veces” -y así fue-, sin embargo, me propuse ir un paso más allá y quise aplicar lo aprendido.
Predica y Aplica
Así fue como mi perspectiva empezó a tener estos nuevos elementos, que te empodera, te hacen ver la grandiosidad del propósito, una frase que se vuelve el mantra del día a día.
Ver el mundo digital con una mentalidad de abundancia, de moonshots, de propósitos de transformación masivos, y gracias a esto, es que nos lanzamos a crear nuestro segundo emprendimiento: ADA Intelligence.
“En este camino que ha tenido sus altas, muy altas, y
sus bajas, a veces muy bajas, y que hoy sigue en fuerte construcción, han sido los
principios ExO los que me han acompañado de manera continua”.
La incertidumbre es el pan de cada día para los que decidimos emprender, pero
enfocándonos en un propósito y pensando en el potencial exponencial de una idea, esa incertidumbre se vuelve más cómoda, transformando los problemas en oportunidades de aprendizaje o pivoteo, el seguir adelante a pesar de los obstáculos porque de alguna manera, los recursos necesarios están disponibles y siempre podemos contar con una gran comunidad para inspirarnos y apoyarnos.
Creer para crear
Y nos ha tocado creer, en nosotros, en el proyecto, en las capacidades individuales y colectivas, en una vida de aprendizaje continuo, en el impacto que puede generar en miles, y millones de personas en el mundo. Y también nos ha tocado perseguirlo, armados con un moonshot que nos inspira, nos hemos movido desde Latinoamérica, hasta el Medio Oriente para aterrizar en Europa terminando de construir lo que nació hace ya varios años.
Mi comunidad más cercana, han sido las ExOWomen, mujeres absolutamente
inspiradoras, fuertes, seguras, diversas, dispuestas a volver su voz una red exponencial.
“Quisiera poderlas abrazar y decirles ¡Gracias! A las que he tenido la oportunidad de conocer y escuchar su historia, quiero que sepan que han dejado huella en mí. “
A todas las mujeres que puedan estar leyendo este relato, solo quiero invitarlas a que se sumen, se den el regalo de conocer mujeres que tienen el traje del aprendiz bien puesto.Las mujeres que potencian a otras mujeres abren caminos.
Y falta mucho que contar, la historia es muy larga, llena de drama, acción, risas y
lágrimas, dejando atrás lugares y situaciones seguras, lanzándonos tan fuera de la zona de confort que de ella no queda ni el recuerdo.
Pero está historia no es solo mía, es de cada persona parte de esta comunidad, con quienes me he visto reflejada, de quienes he recibido apoyo, y han estado en cada paso y en cada historia.
Por eso, quiero abrir este espacio para que nos tomemos un momento y veamos el
impacto tan significativo que esta comunidad ha tenido en cada uno de nosotros, tanto a nivel laboral como personal. Para ello, les pido que nos cuenten sus historias, sus momentos, sus vivencias.
Contándonos las historias es como nos podemos inspirar y conectar.
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